¿Qué había pasado? Alguien metió mal el puntero del mouse y me rechazó por ser empleado público (?)... Na que ver, de modo que me miraron la cara, me pidieron disculpas, me dieron el cheque y salí abrazado, lleno de saludos y buenos deseos (que quiero compartir contigo), pasé a mi banco, lo deposité, tomé un taxi y me vine a casa.
Ahora espero a mis estudiantes de hoy en la mañana para continuar viviendo.
Nadie sabe lo que me va a traer, hoy día, la marea.