La verdad es que nunca nos imaginamos que
ocurriría una cosa así. En casa están muy preocupados y tienen mucho susto
porque las desgracias nunca vienen solas, pero yo les digo que mantengan la
calma y que todo va a pasar.
A veces uno piensa que, en un país tan
chiquito como este, es una crueldad que el destino traiga calamidad tan grande
y que nos golpee con tanta fuerza.
¿Seremos merecedores de esto?
¿Realmente lo seremos?
Alguna vez oí decir que “cada quien tiene
sólo lo que se merece” pero esto me parece injusto, si es que la justicia
existe.
Es verdad que todos nos miramos con ojo
cariñoso, pero ser merecedor de calamidad tan grande resulta algo exagerado,
por decir lo menos.
No puede ser verdad.
No puede ser.
La Quenita Larraín engordó.
Te juro que es cierto.
Anduvo en España y engordó.
Lo leí en tres diarios y hasta lo dijeron en
la radio y en la televisión.
¿Qué vamos a hacer ahora?
¡Oh! ¡My good! ¿Qué vamos a hacer?