domingo, 27 de diciembre de 2015

005.- CHICHO AZÚA

Muchas veces lo ví en el viejo Picaresque, en el Bim Bam Bum, en el Burlesque, en un Teatro que quedaba en San Ignacio, en la Compañía de Daniel Vilches, etc. Tuve oportunidad de estar con él muchas veces. Era un tipo ordenado, muy distinto a la gente de su gremio, no bebía, no era bohemio. Terminaba su trabajo y se iba a su casa. Parece increíble en ese mundo pero así era. Tenía una energía que parecía inagotable y de pronto se acabó. Se fue como nos iremos todos, pero él no parecía ni enfermo. Siempre se caracterizó por hacer grandes los papeles chicos, por eso siempre le daban lo menos importante en cada sketch porque él era tan ingenioso que de la nada hacía algo gracioso. Lo que no podían los libretistas lo hacía él en el escenario. Yo lo despido con estas letras y él sabe que todos los que lo conocimos nos encontraremos con él alguna vez allá donde está ahora. La vida un día se va. ¿Adónde?