domingo, 27 de diciembre de 2015

002.- SE ACABÓ EL AÑO

Anduve caminando por el centro, en la mañana, y la gente corría para todas partes. Alguien me pasó a llevar y casi me caí pero todavía aguanto (parece) gracias a los años de artes marciales, de mi juventud (todavía practico Tai Chi). Compré un Libro y me pregunté ¿por qué esa discriminación con los viejos? ¿Qué les hemos hecho nosotros como no sea haber trabajado toda una vida para enseñarles a andar y darles vestuario, educación, casa y comida, a esos mismos que hoy día nos empujan? Me dio un poco de pena pero me acordé que nunca me cayeron bien los viejos y siempre consideré que estaban estorbando con sus ideas antiguas y su lentitud. Ahora vienen las elecciones presidenciales y, seguramente, algún candidato nos va a prometer un montón de cosas porque, después de todo seremos viejos pero votamos y en realidad votamos más que los jóvenes. Yo, casi nunca hago fila para las elecciones porque mi mesa es de viejos y se han ido muriendo y en cada elección vamos quedando menos, de modo que voy, saludo, voto y me vengo. ¿Por qué los Bancos no ponen una caja para nosotros? En la mañana me cansé en una tremenda cola para cobrar un cheque que era casi una broma. Todavía no uso bastón pero no sería una mala idea porque podría convertirse en un arma bastante eficaz, cosa que hoy está haciendo mucha falta. Ando medio bajoneado porque no tengo trabajo (hago cosas independientes) y me puede llegar a faltar lo necesario (cosa que no me ha ocurrido nunca) de modo que debo levantar el ánimo y tal vez lo haga apagando la música que escucho porque todos los artistas esos están muertos. Igual me gusta el folclor chileno y el tango y escucho a Jorge Yáñez y a Roberto Goyeneche (uno vivo y el otro no). Creo que la sociedad, al desconocernos, nos entrega sólo lo que merecemos y lo que pasa es que nosotros creemos que merecemos más. A lo mejor es cierto que estamos estorbando y deberíamos juntarnos en otro lado. ¿Qué les parece el Canalla? Ahí va juventud, también, pero el Canalla Mayor es Mayor así que tienen que portarse bien. ¿Por qué será que me dan pena estas fiestas de fin de año? ¿Será porque los hijos no me llaman por teléfono, siquiera? ¿Y para qué quiero que me llamen?