El Pollo es mi manager…
vale decir no lo es pero lo es. ¿Cómo se explica eso? Lo que ocurre es que mi
manager (el que aparece en mi sitio web) un día se enfermó, le dieron reposo,
se fue a España y dejó a cargo del asunto a su hijo mayor, que vivió en Europa
desde los catorce años y que recién regresó, definitivamente, a casa. Desde
entonces ha manejado mis cosas de forma extraordinaria, tanto que mi manager ya
no aparece, como no sea para cosas que están fuera de mi alcance así es que ni
me entero. El pollo es mi ahijado, vale decir yo soy su padrino de modo que la
cosa queda en familia y mi manager pasó a ser “nada más que” mi comadre. Nos
hace de chofer cuando viajamos o de cuidador mío siempre. Mide un metro ochenta
y algo, pesa ciento veinte kilos, tiene poco más de cincuenta años, es chef de
cocina (de modo que siempre le paso la ensalada para que me la aliñe) se hace
cargo de los cheques y me paga de su cuenta bancaria. Tiene muy buen humor y, a
pesar de la diferencia de edad, creo que hemos hecho una buena amistad.
Eso…