lunes, 5 de diciembre de 2016

PASEO

Anduve husmeando por un súpermercado y descubrí que los pollos están amontonados en un refrigerador. No tienen patas ni cogote y están piluchos (desnudos) y muy helados, de modo que no parecen comestibles. La gente parece que aprendió a comer el pollo así y los compran y se los llevan para la casa y hacen el almuerzo. Creo que me voy a volver para el campo porque allí todavía quedan gallineros donde hay gallinas vivas. No muchos, pero quedan...
Eso...