MAYO 2017

Llueve sobre la ciudad capital. Se inunda el paso bajo nivel de todos los años y uno se pregunta: "¿Hasta cuándo van a seguir posponiendo las mejoras que hay que hacer? Seguramente hasta que yo encuentre un maestro carpintero que me repare el techo donde cae mi gotera. Ayer estuve conversando con una de mis hijas, que vive muy lejos, pero la tecnología nos acerca. Nos reímos, nos dió sueño, y nos fuimos a acostar. No tengo trabajo de modo que no puedo pagar mis cuentas pero ya aparecerá (no hay mal que dure cien años...). Estuve, un rato, jugando con mi cola pero me aburrí.

Eso.